
David Huerta
En donde estés oye la desgarrada boca
del tiempo. No dudes, avanza
contra la montaña de espejos. (Luego
podrás dudar. En donde estés
aprende a dudar
para servir a la vida.) En donde estés
mira los rostros del dolor
y abraza las espigas, desaprende
el agobio, observa el rostro
de tus hermanos
y el tuyo. En donde estés
recuerda y olvida. En donde estés
come con un estocismo místico.
En donde estés acércate con deseo
y aléjate con repugnancia,
como quería el Lince.
En donde estés piensa en cada cosa
como si ella misma pensara. En donde estés
apropiate del mundo
y olvidate de las finalidades. En donde estés
inventa finalidades y juega con ellas
hasta el hartazgo trágico y cómico.
En donde estés ejerce tu política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario